miércoles, 15 de agosto de 2012

Luz Para El Camino
Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida. La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella. En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce. Se da cuenta de que es Guno, el ciego del pueblo. Entonces, le dice: - ¿Qué haces Guno, tú ciego, con una lámpara en la mano? Si tú no ves... Entonces, el ciego le responde: - Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mi... - No solo es importante la luz que me sirve a mí, sino también la que yo uso para que otros puedan también servirse de ella. Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite. Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil...Muchas veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho más el camino de los demás...¿Cómo? A través del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento... ¡Qué hermoso sería sí todos ilumináramos los caminos de los demás! Meditémoslo.

miércoles, 11 de abril de 2012

Las respuestas están en nuestro interior…

Es importantísimo tener siempre presente que lo que pensamos y decimos se convierte en experiencias.
Teniendo esto presente, prestaremos atención a nuestros modos de pensar y hablar, para poder adecuar la vida a nuestros sueños. Es posible que digamos con tristeza: «Ay, ojalá tuviera o pudiera tener…» o «Ay, si yo fuera, o pudiera ser…», pero sin usar las palabras y pensamientos que efectivamente pueden hacer realidad esos deseos; en cambio lo que hacemos es visualizar lo peor.
Tenemos todos los pensamientos negativos que se nos ocurren y después nos preguntamos por qué la vida no nos funciona como desearíamos.
Necesitamos encontrar nuestra Fuente Interior y nuestra Conexión Universal, esa Gran Fuente Central de toda vida.
Necesitamos descubrir y utilizar nuestro Núcleo Interior. Todos tenemos en nuestro interior un tesoro de sabiduría, paz, amor y dicha. Ese tesoro está ahí, a una respiración de distancia. Yo creo que en el interior de cada uno hay un pozo infinito de paz, dicha, amor y sabiduría. Al decir que está a una respiración de distancia, quiero decir que lo único que hemos de hacer para conectar con ese lugar es cerrar los ojos, hacer una respiración profunda y decirnos: «Ahora voy a ese lugar de mi interior donde hay sabiduría infinita; las respuestas que busco están dentro de mí».

Todas las respuestas a todas las preguntas que nos haremos a lo largo de nuestra vida ya están dentro de nosotros. Sólo tenemos que tomarnos el tiempo necesario para conectar con ellas. Ese es el valor y la importancia de la meditación. Nos acalla para que podamos escuchar la voz de nuestra Sabiduría Interior. Nuestra Sabiduría Interior
es la mejor conexión directa que tenemos con toda la Vida. No hay ninguna necesidad de echar a correr tras esos dones de la Sabiduría Interior. Lo único que necesitamos es crear la ocasión para que venga a nosotros. ¿Y cómo se hace eso? Pues dedicándonos un tiempo a estar sentadas en silencio, para entrar en el interior y encontrar la paz, tan profunda y serena como un lago de montaña. Con la meditación podemos encontrar alegría, y conectar con un pozo infinito de amor. Todo eso ya está en nuestro interior. Nadie puede quitarnos esos tesoros.

Estamos hechas para explorar nuevas profundidades en nuestro interior y tomar nuevas decisiones sobre cómo deseamos vivir nuestras vidas. En cuanto mujeres hemos sido programadas para aceptar opciones limitadas. Muchas mujeres casadas se sienten terriblemente solas porque piensan que han perdido sus oportunidades. Han cedido su poder. Hacen lo que solía hacer yo: mirar a un hombre para que les dé todas las respuestas, en lugar de entrar en su interior. Pero para que haya cambios en nuestra vida lo primero que hay que hacer es tomar nuevas decisiones con la mente.
Si cambiamos nuestra forma de pensar, el mundo exterior reaccionará de modo diferente. Así pues, lo que te pido es que entres en tu interior dispuesta a cambiar tu manera de pensar. Conecta con los tesoros que tienes dentro y utilízalos. Cuando conectamos con nuestros tesoros interiores respondemos a la vida desde la magnificencia de nuestro ser. Conecta con tus tesoros cada día.

Es esencial que nos tomemos el tiempo necesario para escuchar a nuestra Sabiduría Interior. Ninguna persona puede estar totalmente conectada con su abundante conocimiento interior si no medita cada día. Estar sentadas en silencio es una de las cosas más valiosas que podemos hacer. Nadie del exterior puede saber más sobre nuestra vida ni sobre lo que es mejor para nosotras que nosotras mismas en nuestro interior. Escucha tu voz; siempre te guiará por la vida de la mejor manera posible para ti.


Creémonos un rico espacio interior. Que nuestros pensamientos sean nuestros mejores amigos. La mayoría de las personas tiene los mismos pensamientos una y otra vez. Nuestros pensamientos pueden convertirse en surcos de
ideas negativas o bien en cimientos para una nueva vida. Ten nuevos pensamientos cada día; pensamientos creativos; maneras distintas de hacer las mismas cosas. Nuestra conciencia es como el jardín de nuestra casa; lo primero que hay que hacer es poner buena tierra. Empezaremos por arrancar todas las malas hierbas, quitar las piedras y sacar todos los restos que se encuentren. Después mezclaremos la tierra con abono y turba, de esta manera lo que se plante crecerá rápido, bien y hermoso. Lo mismo ocurre en nuestra mente. Si quieres que las afirmaciones crezcan rápidamente, comienza por eliminar todos los pensamientos y creencias negativos que puedas encontrar. Después planta algunas buenas ideas, algunos pensamientos positivos.
Afirma lo que deseas tener en la vida y no habrá nadie que te detenga. Tu jardín de pensamientos crecerá y se desarrollará con abundancia.

(Louise L. Hay de su Libro El mundo te está esperando)